lunes, 16 de septiembre de 2013

Resistencia que bella palabra

Conteniendo la rabia, mordiendo los labios, el fin de su mundo, el principio del cambio.
Demasiado camino que andar, no implica olvidarse y tumbarse a mirar.
No amortigua este mar, me seducen las luces tristes de ciudad…
Una birra en un bar, bueno dos, bueno tres ¡¿Bueno, qué más dará?!
Sencilla felicidad, mi guitarra, mis bases, mis libros, mi val.
Mi cruel soledad, la más fiel compañera de música y textos.
Inspiración, ¿qué sabrás? Sin tu mundo interior no hay nada que expresar
Mejor me desconecto, vuelvo al mundo real a escucharte llorar.
Jodida existencia obligada, no eliges nacer pero engancha esta farsa.
Con tu belleza frustrada, esa ley de utopía social que se escapa.
Menuda paciencia contigo, olvidar que estoy solo y seguir el camino.
¡Qué se calle el destino! Aquí mandan mis pies y los llevo bebido, perdido…
Os engañan, joder, os engañan. Se ponen caretas, maquillan España.
Donan un poco de pasta a Unicef, el resto al paraíso fiscal, señor juez.
Permanente estado de embriaguez, niebla de egoísmo te nubla, ¿lo ves?
Quisiera volar a otro mundo, pero este es el mundo en el que te encontré.
El tema de Toni Cantó, lo llevaremos al Poliburó.
La alegría por muerte de Fraga se apaga, hay que ver lo poco que duro.
Resistencia que bella palabra, que vengan los ovnis y se lleven a Fabra.
Cuanta danza macabra, que vayan recogiendo su mundo se acaba.
Malditas nubes de avaricia, le han recortado maravilla a Alicia.
Una extraña delicia, como ver a un banquero morir por asfixia,
con su propio dinero, justicia elegante por egoísmo abundante.
El cielo no entiende tu miedo ignorante, no caen meteoritos y sacan los tanques.
Deja ya de pedirle cuenta a tu Dios, no todo se arregla pidiendo perdón.
La lucha de clases grita rebelión, tiempos de cambio, y de acción, tensión.
El aire se llena de lucha, llueven ideas que crean frescura.
El comando capucha, palestina en el cuello y el corazón tu locura.
Me encana pintarte desnuda, a la luz de los versos de Pablo Neruda.
El tiempo se escuda, entre espada y la duda que siembra la Luna.
Son siglos de hambruna, sobran motivos al ser combativos.
Siempre quedará Cuba, aunque sea un recuerdo y no un mito tan vivo